Mientras muchos de nosotros pensábamos que los coches eléctricos eran el futuro en el mundo de la automoción, ahora sabemos que no son más que un satélite dentro de un gran maremágnum de estrellas, polvo y planetas que están a punto de eclosionar y romper con todo lo establecido.
Y esto lo sabemos después de hablar con, Andrés Vidal, director general de la concesionaria más importante de Baleares, Autovidal, que está inmerso en toda esta Vía Láctea futurista y nos habla con pasión del mayor paradigma al que se enfrenta el motor desde su creación.
Imaginad por un instante lo rompedor que debió ser a finales del S.XIX la llegada de los primeros coches a este mundo. La gente estaba muy preocupada porque la retirada de caballos (animales) de los carruajes otorgando el control de conducción a los humanos iba a ser un desastre. Para aquellas personas los caballos tenían el instinto de controlar cualquier imprevisto en el recorrido, por lo que poner en manos de las personas esa responsabilidad podía conllevar graves consecuencias.
En pleno siglo XXI estamos ante una encrucijada similar, pero en vez de caballos, los humanos vamos a ser reemplazados por ordenadores. Y no se trata de una película futurista, tal y como afirma Vidal, “en menos de 10 años un coche sin conductor te llevará al trabajo, dejará a tus hijos en el colegio y recogerá a tu madre de su cita con el médico” y además lo hará de una forma “eficiente, ecológica, cómoda y segura”. Una carrera casi espacial que mantiene en jaque a las grandes marcas de automoción que andan probando con éxito sus primeros prototipos.
Pero si os parece disruptivo que los coches se conduzcan solos, añadidle ahora que no vayan a tener dueño. Un ejemplo claro para Vidal es el nuevo cliente de su concesionario en Mallorca, cada vez más interesado ya no en la tenencia del vehículo, sino en el pago de una cuota por su uso. Y es que todo apunta a que vamos a dejar de ser propietarios del vehículo, el cual está el 95% de su tiempo parado, con todo lo que eso conlleva, para pasar a tener un uso compartido. Y es desde esta premisa de donde salen las diferentes derivadas como pueden ser el car-sharing, los retings, o las start ups que estaban conquistando ya las grandes ciudades y que han caído en picado con la llegada de la pandemia, pero sin duda se reactivarán en cuanto todo pase, cosa que veremos también en Mallorca más pronto que tarde.
A día de hoy, todos los recursos y esfuerzos de las compañías están destinados a conseguir el mejor coche eléctrico.
Si hacemos una fotografía del escenario actual, tanto a nivel mundial como en Mallorca propiamente, nos lleva al primer cambio de paradigma; el paso al eléctrico, y esa es la carrera en la que todas las marcas están enfrascadas, sin excepción. A día de hoy, todos los recursos y esfuerzos de las compañías están destinados a conseguir el mejor eléctrico, porque saben que el primero que sea capaz de posicionarse será quién se lleve el gato al agua. “Cuántos más coches vendan, más recursos podrán invertir en el desarrollo del vehículo, para poder fabricar en serie y abaratar el precio del coche eléctrico” que es el verdadero fin del fabricante, asegura Vidal. Una verdadera carrera donde nadie, absolutamente, quiere ni puede quedarse atrás.
Los coches al servicio de las personas y no las personas al servicio del coche.
“La compra del coche ya no es emocional, ya no nos fijamos si el diseño es más o menos bonito, o si el panel tiene más o menos luces”, Andrés Vidal.
Ahora la compra es racional, y no existe el coche perfecto para un grupo grande de personas. Existe el coche perfecto para cada persona en función de sus necesidades, uso y lugar de residencia.
Este es sin duda el gran reto al que se enfrenta el sector de la automoción, un desafío ilusionante para el director de Autovidal, una compañía que no ha dejado de alcanzar hitos a lo largo de su larga historia en Mallorca. El primero de ellos, precisamente, cumplir 100 años siendo una empresa familiar. El segundo, un cambio de ubicación en los 70 hasta el polígono de Son Castelló cuando parecía una locura alejarse de la ciudad e instalarse en mitad de campos de almendros, hasta el salto cualitativo que en plena crisis del 2008 les llevó a, en vez de a reducir costes y aplicar restricciones, apostar por un crecimiento cualitativo incorporando marcas como Honda, KIA, Fiat, Jeep, Maserati a sus filas.
Y ahora, un siglo después de su nacimiento, Autovidal goza de una mirada a futuro apasionada e ilusionante, donde la 5ª generación viene ya pisando fuerte y con las pilas bien cargadas, nunca mejor dicho.
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